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Ojos que acarician
Ojos de naranja y
de miel dorada
y al otro lado
el amor que mata lentamente
que te deshace
en la nada
Ella es un rayo de sol
en la tarde oscura y parda
por ella tiemblan
los pétalos de mi alma
Su mirada es música,
es poesía, es bálsamo
de mis doloridas ansias.
* * *
Estrellas de luz reflejadas,
bellas como tus ojos,
nacen y mueren como lágrimas de plata
en las ondas del agua.
Todo es hermosamente triste.
* * *
Quisiera atrapar
para siempre
las perlas sonoras
de tu risa
de niña diosa,
y con ellas
formar un lazo
que me una
a la vida
en las noches sombrías
de mi corazon.
* * *
Las nubes, encajes de seda y tul,
en el ancho cielo azul,
me llevan hacia ti
por caminos alados de color y de luz.
Y cuando el sol del atardecer
las adorna con intenso fulgor,
mi corazon, por ti,
se anega de melancolía y amor.
Pero la noche, primero
de gris y despues de negro,
pinta las nubes y el cielo.
Y mi mente, fria y certera,
le dice a mi dolorido corazón:
deja de soñar con esa niña,
pues vana es tu esperanza
y mas vana es tu ilusión.
Mi corazon, angustiado responde:
dale tu sentido a la muerte
si puedes,
pues la razón de mi vida
es su mirada y su sonrisa.
De este modo, mi alma partida en dos,
oscila entre la alegría y el dolor.
Recuerdos
Son tus ojos dos soles
dulces y soñadores
reflejos de un alma enamorada
y mi corazón al mirarlos
de ternura y amor se inflama.
Tu risa son notas musicales
que del cielo bajan
en cascada de cristales de plata
y mi corazón al oirla
de ternura y amor se inflama.
La nieve blanca adorna
con perlas de rocío
tus pestañas doradas
y con pétalos de rosa
tu piel clara
y mi corazón al ver tu cara
de ternura y amor se inflama.
* * *
Solo para ti es mi canto
Tuyos son mis sueños dulces
Tuyos mis sueños amargos
Y como mariposa encendida en llamas
Así mi alma se consume en llanto
* * *
En las noches frías de mi vida,
una bella estrella lejana,
con luz dorada refulge y brilla.
Y en las pocas veces
que mi noche se convierte en día,
esta estrella es mi sol hermoso,
que me baña en calor y alegría.
* * *
Penas y secretos pesares
desgarran mi corazón
y mi alma martirizan.
Pensamientos sombríos
como pájaros negros,
acuden a mí en tropel
y en mi corazón anidan,
pero a una palabra suya,
confusos levantan el vuelo
y en bandadas se desperdigan,
y mis pesares y mis penas,
como la tenue niebla ante el sol,
ráudas se difuminan.
* * *
A veces el día se cierra y la noche llega
sin estrellas y sin luna, oscura y negra.
Otras veces, la noche negra es la que, alegre,
estalla en multitud de estrellas.
Y todo por una palabra, por un sueño, por nada.